Iniciando en los territorios de
ambos lados de la frontera, dinámicas
de modernización de las mismas para convertirlas en agentes
activos y dinámicos que faciliten y promuevan la práctica lectora.
Ampliando y consolidando los procesos de cooperación
tanto entre las propias bibliotecas como en los centros educativos, obligados
compañeros en la creación de hábitos lectores.