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Título
Sostenibilidad medioambiental, eficiencia económica y justicia distributiva: equilibrio entre objetivos en el diseño de la política medioambiental
Autor(es)
Director(es)
Materia
Tesis y disertaciones académicas
Universidad de Salamanca (España)
Academic Dissertations
Medio ambiente
Economía
Clasificación UNESCO
5308 Economía General
5902.08 Política del Medio Ambiente
Fecha de publicación
2016
Resumen
[ES] Los daños medioambientales que se generan como consecuencia de las actividades
económicas son un caso particular de los fallos derivados de la ausencia en los
mercados de las instituciones adecuadas, o de la inoperancia de las existentes, para
reflejar de forma completa los costes o, en su caso, los beneficios, que se derivan de
dichos actos. Esta insuficiencia de carácter institucional supone que no se han
habilitado los cauces adecuados para que los productores y consumidores conozcan
y asuman los efectos de sus decisiones. La importancia de corregir estos fallos de
mercado en particular a través de la intervención pública es evidente si, como
señalan Baumol y Oates (1988), tenemos en cuenta que algunos de los casos más
genuinos de externalidades de carácter medioambiental, como la contaminación del
aire, tienen naturaleza de mal público puro (en el sentido de Samuelson).
La política medioambiental se justifica por la ineficiente asignación de
recursos para la protección del medio ambiente en su ausencia y supone, como
cualquier otro tipo de actuación que exija financiación pública, la generación de
otros efectos como, por ejemplo, los derivados del reparto de los costes asociados a
su implementación.
Los mecanismos que posibilitan incorporar consideraciones acerca de las
externalidades en las decisiones de los agentes económicos son de naturaleza
diversa, desde la información sobre los efectos perjudiciales de la producción de
determinados bienes y las iniciativas educativas, que favorecen el surgimiento de
normas sociales determinantes para que ciertos comportamientos que supongan un
abuso de los recursos se consideren inapropiados, hasta leyes u otro tipo de
intervenciones más específicas que regulen las actividades que potencialmente
puedan ocasionar daños en nuestro entorno.
La aplicación de programas concretos tiene como fin más inmediato la
creación o el perfeccionamiento de estas herramientas para la consecución de
mejoras en algún bien o recurso natural, en cuya selección y desarrollo posterior no
debe únicamente determinarse cuál es la opción que mejores resultados podría
alcanzar en términos medioambientales: la diversidad de objetivos, la existencia de
intereses políticos, los requerimientos de carácter administrativo o las restricciones
presupuestarias no hacen sino complicar, en ocasiones hasta la inviabilidad, la
iniciativa pública para la corrección de estos problemas. La finalidad
medioambiental, que es la que determina la naturaleza de la intervención, debe
conjugarse con otros requerimientos de tipo político y económico para asegurar la
aceptación de los programas y la factibilidad de su aplicación, lo que en ciertas
ocasiones puede implicar tener que rechazar un determinado instrumento, aunque
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sea el más eficiente en términos medioambientales, por los límites que se imponen
desde las otras esferas. Este tipo de intercambio hace que sea muy infrecuente la
aceptación sin reservas de una opción frente a otras porque se manifieste claramente
superior; si a ello le añadimos los problemas de información y la incertidumbre
sobre los resultados la elección del instrumento más adecuado no resulta ser una
tarea sencilla.
URI
DOI
10.14201/gredos.129702
Colecciones
- TD. Ciencias sociales [1308]